4 errores frecuentes al intentar solucionar peleas entre hermanos
En cualquier familia donde haya hermanos se producen peleas entre estos. Un juguete, un comentario o un insulto son algunas de las causas habituales que originan estos conflictos y que llevan a que los padres tengan que actuar. Si tienes hijos pequeños que constantemente están discutiendo, cuando intentes solucionar la polémica, es fundamental que no caigas en los siguientes errores habituales:
1-Establecer culpables
Muchos padres tienen la costumbre de intentar ponerle fin a la pelea intentado encontrar el responsable. De ahí que pregunten: ¿quién ha empezado? Pero eso es un fallo, ya que cada uno de sus hijos considerará que ha sido el otro, por lo que no se llegará a ningún punto de entendimiento. Es más, incluso esa cuestión puede hacer que se reavive la pelea y vaya aumentando nuevamente de intensidad.
2-Los mayores, los responsables
De la misma forma, hay que resaltar que un elevado porcentaje de padres, al querer acabar con la discusión, directamente le “echan” encima todas las responsabilidades al hijo mayor. Lo hacen con frases como “tú tienes que dar ejemplo”, “eres el mayor y tienes que actuar como tal”, “tu hermano es más pequeño que tú y debes tenerlo en cuenta”… Todas esas frases son un auténtico error, por los siguientes motivos:
- Se le atribuye toda la culpa al hermano de más edad, cuando puede ser que no fuera quien propició la discusión. Por lo tanto, se actúa injustamente.
- Aunque cuente con más años, eso no quita que también sea un niño y se comporte como tal.
- Cualquiera de esas frases, quitan toda la responsabilidad al pequeño que se verá respaldado por el adulto y que se podrá aprovechar de eso para generar nuevos conflictos en el futuro.
- Se puede conseguir “minar” la autoestima del mayor. Incluso hay quienes consideran que hacer uso constante de esas frases expuestas puede llevar a que el hermano de más edad se sienta menos protegido y querido por sus padres.
3-Comparar a los hijos
La desesperación de este tipo de peleas entre hijos, hace que muchos padres pierdan los nervios y recurran a la comparación de los pequeños para mostrar lo positivo de uno y lo negativo de otro. Y eso es un grave error. ¿Por qué? Porque así lo único que se consigue es que los celos aumenten entre ambos, así como los conflictos y las posibles envidias.
4-Gritar
Para ponerle fin cuanto antes y de la mejor manera posible a una pelea entre hijos, es fundamental no perder los nervios. Hay que evitar los gritos y las palabras malsonantes por diversos motivos:
- No se da buen ejemplo a los menores. Y es que se les muestra que, por delante de una correcta comunicación y diálogo, está la violencia verbal para resolver conflictos.
- Se enrarece mucho más el ambiente en el hogar.
- En lugar de calmar la situación, se reaviva.
- Los pequeños descubren la manera en la que pueden conseguir sacar a sus padres de sus casillas.
- No se consigue aclarar lo sucedido.